domingo, 20 de octubre de 2019

Ser misionero/a tiene su atractivo...

Cuando uno busca modelos a seguir, se fija en personas que puedan transmitirnos que su vida es vivida en plenitud y con sentido. A veces, sin ir muy lejos encontramos personas que dedican su vida a los demás, unas lo hacen por lazos familiares, otras simplemente porque quieren propiciar que todos podamos vivir con dignidad.


En la Iglesia actual, la figura del misionero/a tiene mucho peso. Anuncia el mensaje de felicidad de Jesús en aquellos lugares caracterizados por la necesidad. Están en la frontera de la realidad. Y si son personas conocidas te acabas mimetizando con mucho de lo que hace. Tal es mi caso con nuestro amigo y compañero Gustavo Bombín, obispo en Madagascar.

ACTIVIDAD. Haz una entrada en tu blog, donde trabajes el siguiente supuesto.
Supón que eres un/a reportero/a que has viajado a Madagascar y has podido hacer el siguiente reportaje. Ya lo tienes hecho y tienes que buscar emitirlo en una cadena de televisión y te exigen una introducción/guión que realizará el presentador/a del programa ( en ella ha de aparecer por qué hay que emitirlo, qué imagen de la Iglesia transmite y qué les puede aportar para sus vidas a los jóvenes que lo vean).